martes, 14 de junio de 2016

Cómo llegó el ladrón.2a.Parte

¿Cómo llegó “el ladrón” a la Silla de Pedro? 
(Segunda Parte)
La Infiltración y el Concilio Vaticano II
Mensajes, Profecías e Investigación
6 de Julio, 2005

Ponga ahora especial atención el lector.

Desde antes de que el cardenal Roncalli fuera elegido como el Papa Juan XXIII, ya la Iglesia Católica estaba infiltrada. Los cardenales de la falange masónica decían: “Si logramos que Roncalli llegue a ser Papa podremos realizar nuestros planes mediante un Concilio ecuménico -éste sería el Segundo Concilio Ecuménico del Vaticano-, ahí podremos manipular las mesas de trabajo que nos interesan, poniendo como responsables en las mismas a nuestra gente, de suerte que las conclusiones contengan lo que queremos modificar de la Iglesia, le diremos que hay que renovar a la Iglesia, que debe modernizarse, y nadie sospechará que con los cambios que promoveremos, iremos desmoronando, destruyendo a la Iglesia de Cristo. Hay qué convencerlo entre todos nosotros, tanto los que estamos ya aquí en el Vaticano como los cardenales y obispos nuestros para que lo convenzan rápidamente. Al fin lograremos nuestro plan”.
(Se referían al cardenal Ángelo Giuseppe Roncalli, “Ioannes PP.XXIII”)

Efectivamente, todos sabemos que el cardenal Roncalli era de ciertas ideas modernistas, de suerte que a los cardenales masones infiltrados y encumbrados hasta los Más Altos Reinos de la Jerarquía en el Vaticano -tal y como ha advertido el Tercer Secreto de Fátima que la Virgen María dio a Sor Lucía Dos Santos en Fátima-, no les costó trabajo convencerlo de que era necesario convocar a un segundo Concilio, el que se llamó “Concilio Ecuménico Vaticano II”.

El Papa Juan XXIII anunció que era necesario “abrir las ventanas de la Iglesia para que entraran aires nuevos para renovarla”, creyendo equivocadamente que éste Concilio estaría inspirado por el Espíritu Santo, sin sospechar que “el Modernismo” que le habían hecho creer al Pontífice atendía a las ideas de cambio que anidaban en la mente del Papa desde que era cardenal, él creía en otro tipo de “Aggiornamento”.

Lo manipularon y se aprovecharon de su bonomía, misma que rayó en la ingenuidad, y peor aún porque ya no pudo hacer nada si se hubiera dado cuenta a tiempo, pues la muerte le sorprendió y fue sucedido por el Papa Paulo VI a quien le tocó continuar con el Concilio Vaticano II.

Paulo VI no escuchó el Mensaje de la Virgen por voz de Sor Lucía en la celebración del segundo aniversario de la Aparición de la Virgen en Fátima; ella iba a darle el Tercer Secreto de Fátima: Satanás se infiltrará en el seno de la Iglesia; llegará hasta los más Altos Reinos de la Jerarquía; y hasta la Silla de Pedro”.

Los “cardenales masones” infiltrados, cuya figura aparece descrita en Ap 13, 11-12 (“el Cordero que habla como la bestia” –la jerarquía masónica-; pero que habla como la “primera bestia o el Monstruo” –la masonería común- y “que está totalmente al servicio del Monstruo”), venían ya rodeando a Paulo VI, y él mismo lo avisa al Mundo cuando al darse cuenta que los cardenales del Vaticano no lo obedecían, sino más bien hacían todo lo contrario a sus ordenes, dijo: “por alguna rendija se ha filtrado el humo de Satanás en la Iglesia (cf. http://concilioecumenicovaticanoii.blogspot.com ); pero nadie le hizo caso, nadie se acercó a protegerlo, nadie le ofreció su ayuda, muchos ni entendieron su llamado desesperado y urgente ante la gravedad de lo que estaba ocurriendo en las esferas más altas de la Iglesia que estaban infiltradas por la masonería y los Prioratos. Esto viene ocurriendo desde hace mucho tiempo porque la gran mayoría de los fieles católicos son ingenuos, están desinformados, no analizan lo que se les dice, provenga de quien provenga; y no quieren saber ni oír de realidades, pues como son dolorosas prefieren actuar como los avestruces ocultando la cabeza bajo la arena ante la fiera que se acerca para devorarlas.

Estos católicos se esquivan diciendo que atacan injustificadamente a los sacerdotes o al papa, ¡qué barbaridad, cuánta torpeza!, por eso Jesús decía que son más astutos los hijos de las tinieblas que los hijos de la Luz; y con estas actitudes son pocos los fieles que luchan por defender a su Iglesia atacada desde dentro por los jerarcas sectarios y desde fuera, como en el Sueño de San Juan Bosco, el de la Gran Barca atacada por pequeñas barcazas. Son muy, muy pocos los fieles, que conforme a su deber profético que les ha impreso el sacramento del Bautismo luchan por mantener viva la Tradición y la Misión de la Iglesia como lo muestran las Visiones y Revelaciones Completas dadas a la Venerable Ana Catalina Emmerich (Cuaderno Núm. 3), de suerte que deben elevar sus voces ante el mundo y en las iglesias del mundo entero como lo hizo el profeta Juan Bautista en el desierto, denunciando la infiltración a la Iglesia y el ataque a su Doctrina y las Enseñanzas de Cristo, pues los cardenales masones arrastran a los obispos, éstos a los sacerdotes quienes a su vez arrastran a millones de fieles al error y el adormecimiento de sus conciencias. La estrategia de Satanás se vale de la mala interpretación del principio de obediencia, ésta no obliga ante los jerarcas malos o apartados de la verdadera Enseñanza de Cristo y de la más sana y legítima enseñanza o magisterio de la Iglesia, que en ningún momento puede estar por encima, contradiciendo o tergiversando el sentido y contenidos de las Sagradas Escrituras.

Poco tiempo después, los cardenales masones secuestran en el mismo Vaticano al Papa Paulo VI, ponen un doble o socia del papa, un sacerdote que estudió para actor, moldearon su cara con cirugía plástica para que quedase lo más cercanamente parecido al Papa. El plan diabólico lo encabezaba el cardenal francés Jean-Marie Villot, Secretario de Estado, en complicidad con los cardenales Benelli y Casarolli, como veremos más detalladamente. Estos tres cardenales habían puesto al “doble de Paulo VI” –como se hace en las películas-, y nunca se separaban de él cualquiera de los tres cardenales masones para que contestara siempre lo que ellos le indicaban y no descubrieran la impostura, parte de sus acciones son denunciadas por la misma Reina del Cielo y Madre de la Iglesia en sus revelaciones a Verónica Lueken en Bayside.

La Virgen confirma la falsificación de firmas, correspondencia, Instrucciones y Bulas de Paulo VI; además es muy clara la comisión de un sinnúmero de ilícitos consistentes en la frecuente usurpación de las funciones Pontificias, el secuestro, suministro de drogas para afectar al papa, alteración de documentos, Consagraciones No Canónicas de Obispos y Cardenales, etc. cometidas por los magnicidas cardenales masones-comunistas aludidos, lo que pone además a un gran número de jerarcas en condición de “ilícitas consagraciones jerárquicas; y por lo tanto de un gran número de ordenaciones sacerdotales”. Esta confirmación nos es dada con Su Maternal Mensaje, -entre otros más- a todos los fieles Católicos, a los Sacerdotes y Jerarquía fieles a Cristo, a los Profetas y Videntes; y al Mundo entero:

“No podéis aceptar ahora lo que viene de Roma, porque no vienen -estas bulas- y estas direcciones (-instrucciones-) no están escritas por la pluma del Papa Pablo VI. Ellas son escritas por las plumas de Benelli y de Villot.” (Nuestra Señora, 27 de Septiembre, 1975)

Ordenaciones y Consagraciones Ilícitas.

Desde 1972 Satanás ya había entrado en Roma, tenía a sus agentes en los más altos puestos de la Jerarquía de la Iglesia y comandaban ya a la Iglesia desde su cúpula y ahora dentro de las acciones del plan satánico, estaba el fortalecer la estructura jerárquica masónico-comunista para poder manipular también los Concilios, Sínodos y Cónclaves para apoderarse de la Silla de Pedro y así poder destruir al Cuerpo Místico de Cristo; eliminar la Santa Misa o Eterno Sacrificio; alterar la grandeza de su Liturgia; eliminar toda forma de veneración y Culto a la Madre de Dios la Siempre Virgen María, negándole todo privilegio por parte de la Iglesia y de los fieles. El plan infernal buscaba a toda costa poner ya desde entonces en la Silla de Pedro al “Falso Profeta”, pues con ello las fuerzas infernales de la sinagoga de los demonios y del rabinato de los nuevos Caifases podría en no muy distante tiempo abrirle paso al Anticristo “Maitreya”.

De todos es sabido que las fuerzas del mal que ayudarán a Maitreya, el Anticristo poseído por Satanás, a posicionarse al frente del Gobierno Mundial y de una Iglesia Universal y obligatoria para todos los países, serán los comunistas, los masones, los musulmanes y en una buena etapa los judíos, entre otros. Baste decir como adelanto, que Maitreya, ya se declara a sí mismo como el Mesías esperado, mientras su vocero Benjamín Creme propaga por el Mundo una campaña mundial a favor del Devastador. Entre tanto, hay que saber que el Anticristo dominará esa falsa Iglesia Universal –sin Eterno Sacrificio- y el Gobierno Mundial, manejará las leyes del Mundo y su economía mediante su marca. La marca de la Bestia 666 será la inserción del Bio-Microchip en la frente o en la mano derecha (Ap. 13, 15-18) (cf. NUEVA MONEDA MUNDIAL, LA MARCA DE LA BESTIA ó “Anticristo: 666” en
Actualmente nuestra Iglesia sufre una tremenda crisis interna, y es que se cumple lo profetizado y advertido también por la Virgen María: “Se levantará obispo contra obispo y cardenal contra cardenal”.

Con esta infiltración en la Iglesia estaba ya a la mano, la posibilidad de disponer para ellos de la Silla de Pedro, el Infierno habría entonces declarado su triunfo sobre la Iglesia de Cristo en ese tiempo.

Conforme a lo que dispone el Código de Derecho Canónico, en su Segunda Parte, “De las penas para cada delito”, precisa en el Canon 1382:

“El Obispo que confiere a alguien la consagración episcopal sin mandato pontificio, así como el que recibe de él la consagración, incurren en excomunión latae sentencia reservada a la Sede Apostólica”.
El Canon 1389 precisa que: “Quien abusa de la potestad eclesiástica o del cargo debe ser castigado de acuerdo con la gravedad del acto u omisión, sin excluir la privación del oficio,…”
El Canon 1391, del Título IV, Del crimen de falsedad, tipifica la conducta sobre la falsificación y alteración de documentos eclesiásticos y establece las sanciones considerando la gravedad del delito.

Por otra parte, las Consagraciones de Obispos y Cardenales requieren de una orden escrita, hecha única y directamente por el Pontífice de la Iglesia Católica (Canon 1013) y ha de recordarse que el año 1977 fue “particularmente provechoso para la tríada satánica de los cardenales Villot, Casarolli y Benelli”, quienes impusieron al “papa falso” –no se trata del antipapa o de la bestia a que se refiere el Apocalipsis, que viene después de estos acontecimientos aquí narrados- y teniendo bajo secuestro y sometido a droga al legítimo Papa Paulo VI, podían ahora realizar ordenaciones y consagraciones contra la voluntad y/o sin el consentimiento del verdadero Pontífice, ordenando sacerdotes, consagrando obispos y cardenales conforme más conviniere a su plan para incrustar a su equipo masónico-comunista en la máxima estructura de poder y mando de la Jerarquía Vaticana, tener a sus agentes y aliados en las principales Diócesis del Mundo, en los Dicasterios y Congregaciones, Nunciaturas y Legaciones Pontificias, en el Banco Vaticano y en todas las Instituciones eclesiásticas bajo su dirección e influencia, manipulando al Papa y a la Iglesia a su antojo y a nivel mundial para demoler su Doctrina, Tradición, Magisterio, afectar y modificar en perjuicio de los fieles la Liturgia de la Santa Misa o Eterno Sacrificio –aunque no fue derogada la Misa Tridentina de San Pío V-, los cardenales masones engañaron a las Conferencias de los obispos promoviendo el texto modernista del Novus Ordo Missae (en cuya elaboración participaron seis pastores protestantes y un rabino); introdujeron una interpretación de las Sagradas Escrituras con Exégesis modernistas.

·         El Tercer nivel del mal; simbología masónica, hechicería y alta magia hebraicas.

Entre sus actos demoledores estaban también el atacar la Liturgia de los Sacramentos, tergiversar los Diez Mandamientos, el sentido de pecado y la conciencia moral de todos los fieles, sobre todo de los menos informados y de los más débiles en su formación espiritual, catequética y doctrinal; introducir secretamente, pero de manera constante, las misas negras y los ritos del Tercer Nivel del Mal para dañar física, mental y espiritualmente a los jerarcas, sacerdotes y fieles a Cristo y a la Virgen María, y muchísimos ritos y actos del poder de las tinieblas, celebrándolos desde el mismo Vaticano y hasta en las Catedrales, Basílicas, lugares de culto y templos más importantes del mundo entero, como aconteció en Fátima, celebrando ritos budistas presididos inclusive por el obispo del lugar, revestido de monje budista. El plan sectario-infernal implica la desacralización, la profanación de los Templos, Altares, Imágenes y lugares de Aparición de la Santísima Virgen María, para ofender a la Madre de Dios, Reina, Madre y Maestra de la Iglesia y de la humanidad; desconocer la autenticidad de Sus Apariciones y Mensajes en que nos llama a la conversión y frecuencia de los Sacramentos y vida de oración, es la pérfida corriente de aguas que vomita el enorme Monstruo rojo y la serpiente para sepultarla, como precisa el capítulo 12 del Apocalipsis, son la furia de Leviatán y Satanás contra la Virgen María.
Se trata de una red de poder del mal, con ritos negros, orgías y pederastia que ni siquiera imaginan los fieles que esto se da en el mismo Vaticano, que esta red del mal existe y afecta a la Iglesia, a sus sacerdotes y a los mismos fieles.
Los jerarcas del mal realizan consagraciones con óleos maleficiados para ungir a sacerdotes, quienes sin saberlo se sentirán inclinados a cometer abominaciones, se sentirán desesperados y confundidos al volverse alcohólicos, mujeriegos y pederastas, sin virtud, más bien llenos de pasiones, vicios e incurriendo en abominaciones y perdiendo el sentido del sagrado sacerdocio al que fueron llamados. Leviatán tiene en sus sietes cabezas los títulos blasfemos que ofenden a Dios: Pereza, Envidia, Gula, Avaricia, Soberbia, Ira y Lujuria. Y esto se palpa más fuertemente en el clero a partir de la coronación maléfica de Benedicto XVI y de Francisco.
Hasta en las Mitras, Casullas, Estolas, Escudos, Anillos y Crucifijos de los dos últimos papas, siembran objetos maleficiados y ritualizan con el poder de las tinieblas los Altares, Tabernáculos, campanarios y ornamentos pontificios.
En catedrales y templos ritualizan las imágenes y muchos otros elementos más, se ha venido destacando la presencia del poder del mal, los símbolos masónicos y de brujería prevalecen en Plazas, con los Obeliscos y otras imágenes evocadoras de entes infernales y su maligno poder, incluyendo el diseño arquitectónico y urbanístico de centros de poder espiritual, político, legislativo, económico, informático y de medios de información han sembrado su poder maligno, que ni los clérigos y fieles, por falta de conocimiento en la materia y de la carencia de una observación detallada han sabido descubrir. Su influjo es real y tiene poder, adormece el pensamiento y la inteligencia, afecta físicamente y les permite manipular al conglomerado de fieles y subordinados eclesiásticos para que no descubran, y sí incurran, en una vida de vicios y de una tremenda degradación moral y espiritual que afecta a todos los niveles de la Iglesia en cascada. Basta ver lo que sucede en la Iglesia a partir de Benedicto XVI con quien cundió una pandemia de crímenes de pederastia en todos sus niveles, amparada bajo el documento secreto que suscribió cuando fungió como Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe: “Decreto del Delito de Sollicitationis”.

Se ha tratado, en síntesis, de acabar con la más antigua y Santa Institución fundada por Cristo, y del Depósito y Custodia de la Fe; rompiendo con las Enseñanzas más auténticas y legítimas cuya  Sabiduría e Inspiración provinieron del Espíritu Santo en varios Concilios y sobre los Papas fieles a Cristo.
Los jerarcas infiltrados y sectarios quieren acabar con la fuente de Gracia para el mundo de los fieles católicos y pilar del Cristianismo. El triunfo del plan comunista de Lenin y Stalin ya se asomaba para destruir y detener al Cristianismo, y el Plan’95 de la masonería les permitiría con el tiempo alcanzar su máxima meta, a través del falso ecumenismo promovido fuertemente a partir del Concilio Ecuménico Vaticano II. Este ecumenismo llevará a la Iglesia a integrar la plataforma sincrética de la falsa iglesia universal de Maitreya, tan promovida por los nuevos miembros de la sinagoga infernal.
Algunas obras fueron escritas previamente para advertir a los cardenales y obispos que asistirían al Concilio Vaticano II sobre este plan de la masonería enquistada en la jerarquía vaticana, finalidad de los Libros “Complot contra la Iglesia”, de Maurice Pinay, editado en Venezuela; y el titulado “Advertencias del Más Allá a la Iglesia Contemporánea”, del P. Arnold Renz.
Existen testimonios de cardenales fieles a Cristo y la Tradición de la Iglesia que fueron Peritos durante el Concilio Vaticano II y dan testimonio público de las manipulaciones de las mesas de trabajo, la alteración de los acuerdos y la tergiversación de las conclusiones de las mismas, que hasta rayaron en presentar tesis totalmente opuestas a las conclusiones de los trabajos, acordadas en votación en dichas mesas. Posteriormente presentamos la Carta del Cardenal Alfons M. Stickler quien da testimonio de esto.

Las Oscuras intenciones para manipular el Concilio Ecuménico Vaticano II en una
CONSPIRACIÓN CONTRA LA IGLESIA
(De la Introducción a la Edición Italiana,
Roma, 31 de agosto de 1962)

Por ser suficientemente claros y explicativos, los textos que a continuación se presentan nos manifiestan la existencia de un Complot contra la Iglesia existente desde tiempos muy remotos al Concilio Ecuménico Vaticano II, pero que éste evento representaba la oportunidad para los comunistas y masones incrustados en la cúpula Vaticana y en la Iglesia Católica extendida en el Mundo, para destruir a ésta Institución fundada por Jesucristo sobre Pedro y desde el Tratado Vaticano-Moscú firmado en el tiempo del pontificado de Juan XXIII, para traicionar al mismo Magisterio de la Iglesia Católica Tradicional, desmoronarla haciéndola caer en contradicciones magisteriales y pontificias, desalentar y desarticular su feligresía y entregarla por fin, a las garras de la sinagoga de Satanás (la masonería comunista, tentáculos del “pulpo”, denominación de Los Iluminati). Estos textos se han tomado de la Obra: “Complot contra la Iglesia” de Maurice Pinay, Caracas, Enero de 1964, obra cuya consulta recomendamos muy especialmente a todos los Católicos y hombres de buena voluntad.

Hemos partido de la “Introducción a la Traducción Italiana” que nos refleja la existencia de un Plan y sus verdaderas intenciones, hoy tan vigentes como antaño, por un grupo de clérigos y expertos en la materia y con el más santo interés de hacer preservar la Iglesia de Cristo y despertar las conciencias dormidas y desinformadas de la gran mayoría de clérigos y de católicos. De esta suerte, la Introducción nos precisa:

“Se está consumando la más perversa conspiración contra la Santa Iglesia. Sus enemigos traman destruir sus más sagradas tradiciones y realizar reformas tan audaces y malévolas como las de Calvino, Zwinglio y otros grandes heresiarcas, con el fingido celo de modernizar a la Iglesia y ponerla a la altura de la época, pero en realidad con el oculto propósito de abrir las puertas al comunismo, acelerar el derrumbe del mundo libre y preparar la futura destrucción del Cristianismo.

Todo esto que parece increíble, se pretende realizar en el Concilio Vaticano. Tenemos datos de que todo se ha tramado en secreto contubernio con los altos poderes del comunismo, de la masonería mundial y de la fuerza oculta que los controla.

Planean hincar un sondeo previo y comenzar por las reformas que menos resistencia provoquen en los defensores de la Santa Iglesia, para ir llevando poco a poco la transformación de ésta, hasta donde la resistencia de aquéllos lo permita.

Afirman además algo todavía más increíble para quienes ignoran que esas fuerzas anticristianas cuentan, dentro de las jerarquías de la Iglesia, con una verdadera quinta columna de agentes incondicionales a la masonería, al comunismo y al poder oculto que los gobierna, pues indican que esos cardenales, arzobispos y obispos, serán quienes formando una especie de ala progresista dentro del Concilio, tratarán de llevar a cabo las perversas reformas, sorprendiendo la buena fe y afán de progreso de muchos piadosos padres. (Cf. “Recuerdos de un perito del Concilio Vaticano II”, carta del cardenal Alfons M. Stickler, Serie de Documentos: “Cómo llega el ladrón a la Silla de Pedro? –próximos capítulos después de este intitulado “Conspiración contra la Iglesia”).

Aseguran que el llamado bloque progresista que se formará al iniciarse el Sínodo, contará con el apoyo del Vaticano, al que esas fuerzas anticristianas dicen influenciar, lo cual nos parece increíble y fruto más bien de alardes jactanciosos de los enemigos de la Iglesia, que de una realidad objetiva. Sin embargo, hacemos mención de esto, para que se pueda ver hasta dónde quisieran llegar los enemigos de la Catolicidad y del mundo libre.

Además de reformas peligrosas en la doctrina de la Iglesia y en su política tradicional, que contradicen manifiestamente lo aprobado por Papas y Concilios Ecuménicos anteriores, tratan de nulificar la Bula de excomunión lanzada por S. S. Pío XII contra los comunistas y los que con ellos colaboran (Tal es la intención del Tratado Vaticano-Moscú firmado en Francia durante el pontificado del Papa Juan XXIII, por su representante el Card. Tisserant. Juan XXIII es el Papa manipulable que esperaban miembros de la jerarquía masónico-comunista), para tratar de establecer una convivencia pacífica con el comunismo, que por una parte desprestigia a la Santa Iglesia ante todos los cristianos que luchan contra el comunismo materialista y ateo, y por otra parte, quebrante la moral de estos luchadores, facilite su derrota y provoque la desbandada en sus filas asegurando el triunfo mundial del totalitarismo rojo.

Se procura que por ningún motivo sean invitados como observadores los protestantes y ortodoxos que heroicamente están luchando contra el comunismo, sino sólo aquellas Iglesias controladas o Consejos de Iglesias controlados por la Masonería y el Comunismo o el poder oculto que los dirige. En esa forma, los masones o comunistas vestidos de hábito sacerdotal, que usurpan los puestos directivos en tales Iglesias, podrán colaborar sutil, disfrazada, pero efectivamente con sus cómplices introducidos en el clero católico. (Cf. “AA1025, Memorias de un antiapóstol”, Serie de Documentos “¿Cómo llega el ladrón a la Silla de Pedro?”, siguiente parte de estos documentos “Conspiración contra la Iglesia” del muy autorizado Libro “Complot contra la Iglesia”, Maurice Pinay, Caracas, 1964)

Por su parte, el Kremlin ha aprobado ya negar pasaporte a los Prelados firmemente anticomunistas, permitiendo solamente la salida de los Estados satélites a sus agentes incondicionales o a quienes sin serlo, se hayan doblegado ante el temor de las represalias rojas. De esa manera, la Iglesia del Silencio carecerá, en el Concilio Vaticano II, de quienes mejor podrían defenderla e informar al Santo Sínodo la verdad de lo que ocurre en el mundo comunista. Esta es la razón del envenenamiento de los illuminati al Arzobispo ruso Nokkodim en su reunión privada con el papa Juan Pablo I, quien quiso informar la verdad al pontífice de lo que los comunistas venían tramando.
La KGB y la Unión Soviética están plagadas tanto en el Partido Comunista como en el Kremlin de masones e illuminati.

Pinay advierte en su obra: Sin duda a quienes lean esto les va a parecer increíble, pero lo que ocurra en el Santo Concilio Ecuménico les abrirá los ojos y los convencerá de que estamos diciendo la verdad, porque es allí en donde el enemigo piensa jugarse una carta decisiva, contando, según asegura, con cómplices incondicionales de las más altas jerarquías eclesiásticas. (Cf. Mensajes de Nuestra Señora de las Rosas a Verónica Lueken sobre “El Verdadero Tercer Secreto de Fátima”: que consiste en la revelación de que Satanás se infiltraría en los más Altos Reinos de la Iglesia y llegaría hasta su Vértice –la Silla de Pedro-, revelación auténtica que Nuestra Señora de Fátima hizo a la Vidente Sor Lucía, obligada a guardar silencio -Cf. “Cronología de un Encubrimiento”, en el Website: http://www.tldm.org-).
         El Tercer Secreto fue obstaculizado primero y distorsionado después bajo las ordenes del cardenal judío alemán Joseph Karl Ratzinger Peintner, Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, luego Benedicto XVI, en conspiración con su mano derecha el cardenal Tarcisio Bertone, entre cuyas funciones se encontraba la de acreditar o desconocer las Apariciones de la Virgen María, como las que atacaron de la Virgen del Rosario del Pozo, en Sábana Grande, cuya bendita imagen tiene una Corona de 7 Estrellas, la mayor al centro, son los 7 Sacramentos y la estrella mayor es La Eucaristía, misma que quieren suprimir como advierte el profeta Daniel: …”será suprimido el Eterno Sacrificio”. Para que el Secreto no fuese revelado a muchos jerarcas, sacerdotes y al mundo en general, Ratzinger ordenó el enclaustramiento en el Convento de Liria, sin derecho a visita alguna, incluyendo a su sacerdote confesor. Después le impusieron “una doble o falsa Sor Lucia”, una impostora, como hicieron con el papa Paulo VI, es la misma estrategia de los illuminati.

Continúa la obra de Maurice Pinay revelando: “Otro de los planes siniestros que fraguan, es el de lograr que la Santa Iglesia se contradiga a sí misma, perdiendo con ello autoridad sobre los fieles, porque luego proclamarán que una Institución que se contradice no puede ser Divina. Con este argumento, piensan dejar las Iglesias desiertas y lograr que los fieles pierdan toda su fe en el clero, para que lo abandonen… Sabedores nosotros, a mediados del año pasado, de que el enemigo volvía a la carga con una conspiración que tiene por objeto abrir las puertas al comunismo, preparar el hundimiento del mundo libre y asegurar la entrega de la Santa iglesia en las garras de la Sinagoga de Satanás, nos lanzamos sin pérdida de tiempo a recopilar documentos y escribir la presente obra (“Complot contra la Iglesia”), que más que un libro sostenedor de cierta tesis, es un conjunto ordenado de Actas de los Concilios, Bulas de los Papas y toda clase de documentos y fuentes de las que desechamos todas aquellas de autenticidad o veracidad dudosa, seleccionando las de valor probatorio incontrovertible…En este libro, no sólo se denuncia la conspiración que el comunismo y la Sinagoga de Satanás han tramado en contra del Concilio Vaticano II, sino que se hace un estudio concienzudo de las anteriores conjuras, que en más de diecinueve siglos le sirvieron de precedente, pues lo que ocurrirá en el Santo Sínodo que está por reunirse, ha ocurrido ya repetidas veces en los siglos anteriores. Por ello, para poder entender en toda su magnitud lo que va a suceder, es indispensable conocer los antecedentes y también la naturaleza de esa quinta columna enemiga introducida en el seno del clero.

Sigue diciendo la Introducción:
Como además, lo que se pretende de la Santa Sede y del Concilio Vaticano II es que destruyan ciertas tradiciones de la Iglesia, con el fin de facilitar los triunfos del comunismo y de la masonería (Sinagoga de Satanás), en las dos primeras partes de esta obra hacemos un estudio minucioso, recurriendo a las fuentes más serias, sobre lo que podría llamarse la quinta esencia de la masonería y del comunismo ateo y estudiando la naturaleza del poder oculto que las dirige.”
(Nota: “Nuestra Señora de las Rosas” en Sus Mensajes a Verónica Lueken, en Bayside, el “Lourdes de América”, denomina a este poder oculto como “el pulpo”, que podemos pensar anticipadamente que se trate de “Los Iluminati” –cf. www.tldm.org -).

Continúa:
De esta manera, siendo la Cuarta Parte de la obra más importante, las tres primeras y sobre todo la tercera, hacen verdaderamente comprensible en toda su magnitud la conspiración que amenaza a la Santa iglesia, conspiración que no se reduce a las actividades del próximo Sínodo Universal, sino que abarca todo el futuro de la Iglesia, ya que el enemigo tiene calculado, que si por cualquier motivo surgen en el santo Sínodo fuertes reacciones contra sus proyectadas reformas, que hagan fracasar el intento en el Concilio Vaticano II, seguirá con posterioridad aprovechando cualquier oportunidad para volver a la carga, utilizando las fuertes influencias que dicen tener en la Santa Sede.
Pero estamos seguros que, a pesar de las asechanzas del enemigo, la asistencia de Dios a su Santa Iglesia hará fracasar esta vez, como en otras anteriores, sus pérfidas maquinaciones. Escrito está: “Las Fuerzas del Infierno no prevalecerán contra ella”.

Esta Introducción de la misma obra “Complot contra la Iglesia” nos ayuda a entender y confirma la infiltración hecha a la Iglesia y su finalidad estratégica del plan infernal.

Nota.- Estos ataques y complot contra la Iglesia sí alcanzaron triunfos del binomio masonería-comunismo incrustado en la jerarquía vaticana y en la Iglesia Católica en todo el Mundo, dirigido por Los Iluminati. Este complot del comunismo y de la masonería, y las obras de demolición de la Iglesia estaba ya visto por la Estigmatizada Religiosa Capuchina Ana Catalina Emmerick, en las Revelaciones y Visiones que tuvo de 1817 a 1822, cf. En el documento: “La demoledora obra de la masonería eclesiástica y laica”
La existencia de un plan masónico-comunista se verifica, dentro de otras pruebas, con el documento “AA1025, Memorias de un antiapóstol”; y las acciones turbulentas y demoníacas realizadas durante el Concilio Vaticano II y en la época Post-Conciliar para demoler a la Iglesia y acabar con la Cristiandad, se aprecian en el artículo intitulado: “Recuerdos de un perito en el Concilio Vaticano II”, escrito por el Excmo. Señor Cardenal Alfons M. Stickler, ambos documentos aparecen posteriormente en esta misma Serie de Documentos.

Los anteriores textos fueron tomados de la muy importante obra: “Complot contra la Iglesia”, de Maurice Pinay, Caracas, Enero, 1964.
Nota: Esta obra puede conseguirse con el Sr. Rogelio González Orendain, TEL. 55 5546-3465 (de 16 a 21 hrs.) en la Ciudad de México, Distrito Federal, con reparto al Interior de la República y Envíos al Extranjero; y en el único Puesto de Libros ubicado en Ave. Juárez, frente a la Alameda Central casi a la altura del Hemiciclo a Juárez.

(Esta Serie Continúa con los Documentos: “AA1025, Memorias de un antiapóstol” y “Recuerdos de un perito del Concilio Vaticano II”, del Excmo. Sr. Cardenal Alfons M. Stickler).

Recomendamos el Blog de http://bestpublications.blogspot.com donde encontrará los Audio Libros de "Complot contra la Iglesia", de Maurice Pinay; y "Advertencias del Más Allá a la Iglesia Contemporánea", del P. Arnold Renz.